¿Por qué?
Vengo y voy
Por estos senderos de la vida,
Y no sé si voy y vengo,
Pues parece que son los caminos
Los que me arrastran
Como el viento
Que lleva a las hojas otoñales.

¿Por qué, por qué?
¿Qué es lo que pregunto? y
¿Qué es lo que me respondo?

¡Ah!, andar por esta vida
Tan marchita y efímera;
Prefiero a mil irme
Hacia las primaveras de los alpes,
O las taigas de Rusia.

¡Ah!, andar por esta vida,
Tan loca como las alas de un colibrí.
Iré a esa primavera,
Donde los árboles rubios
Extienden sus majestuosos rizos,
Donde los peces vuelan,
Donde los pájaros nadan.

Allí donde el cielo está tan alto
Que lo podemos alcanzar.

¿Por qué, por qué?
¿Por qué sigo aquí, escribiendo,
cuando puedo estar allá?

Beberé agua de un estanque,
Junto con los ciervos;

Dormiré en un árbol
Como los simios,
O en una cueva
Como los osos;

Correré en la pradera
Como si una gacela libre fuese.

Cuando llueva,
Saldré desnudo
Gritanto por los bosques,
Cabeza en alto,
Ojos cerrados,
Boca de gorrión que sale del huevo,
Y recibiré la lluvia.

Nubes habrá,
Pero yo veré delfines saltando
Sobre las constantes olas,
Y me veré a mi mismo en una nube,
Un yo que me mira desde el cielo,
Pues ha encontrado forma a una nube.

Escalaré la montaña más alta
Y penetraré en la cueva más profunda,
Retaré al Viento,
Al Mar y al Fuego...
¡Y ellos me dejarán ganar!
Darío Alafita Pérez